Hacía mucho tiempo que no probaba unos callos tan ricos, incluso me han recordado a los que hacía mi abuelo. Os voy ha hablar un poco de los que hacía mi abuelo, él durante un tiempo fue carnicero en Madrid, por lo que conocía a la perfección como manejar este producto. Por estas fechas familiares, amigos y conocidos tanto suyos como de la familia empezaba a preguntar «¿Habrá callos este año?», esto lo preguntaban por que cuando se ponía a cocinar hacia kilos y kilos, no se debía hacer 40 o 50 kg, entonces teníamos que repartir a todo el mundo. Y si preguntaban por ellos, es que como os podéis imaginar, estaban de muerte.
Aquella salsa pegajosa color naranja con un toque picante que había que acabarse a base de pan, mmm que maravilla, que recuerdos.
Pues los callos de «La máquina», me recordaron a aquella época, una untuosidad picantona maravillosa, los callos se deshacían en la boca y como la salsa que hacía mi abuelo había que terminar el plato con un buen moje.
Creo que es muy recomendable acercarse a uno de sus locales a probar este maravilloso plato.
Pedro Ureña, el responsable de comunicación de «La Maquina», tuvo la amabilidad de regalarnos un librito con dibujos de A. Mingote en el que se habla de la gastronomía madrileña y del grupo de restauración «La maquina». Desde aquí me gustaría agradecerle su atención.
3 Responses
En realidad el abuelo de Carlos no era "carnicero en Madrid" sino que su familia tenia una fabrica de embutidos y un matadero. Entonces les llamaban "chacineros" y el abuelo de Carlos tenía hasta un Diploma de esta profesión.
El abuelo de Carlos, mi padre, era un "manitas" de la cocina y tambien, por ejemplo, hacia un foie gras de higado de cerdo (tambien en cantidades inimaginables) que todos hemos tratado de imitar. Personalmente me parece mejor el foie gras de higado de ave y yo lo preparo asi.
Ferfresno
pues si.yo tambien lo he oido…y de un dia para otro mejor q mejor
Tu abuelo tenia razon, amigo, los callos hay que hacerlos en cantidad para que esten buenos. Nunca hacer menos de tres o cuatro kilos. Afortunadamente hoy tenemos muchos medios de consevacion, suponiendo que sobren.
Un abrazo.
Comments are closed.