Blog de recetas, restaruantes y noticicias en Alicante

Pintxo Kalea en Alicante

Introducción

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El pasado día 20 fue el cumpleaños de mi mujer y fuimos a celebrarlo con la familia a este restaurante, Pintxo Kalea.

Porqué elegí este sitio, pues por que había leido muy bien sobre él en los últimos meses y además por que tienen un parque de bolas, camas elasticas y juegos para los niños.


Se encuentra en el Centro Comercial Torregolf, en la Avenida Ansaldo 8 de Alicante. Está enfrente de un parque, por lo que las vistas son agradables.


La decoración es moderna, todo en madera de color madera, rojo y negro, nada más entrar tiene una gran barra de madera con varios taburetes, a la derecha se encuntran las mesas  separadas en 2 ambientes por un botellero grande de madera.

imagen de TripAdvisor

Reservé 4 días antes, por si había problemas, al llegar tan solo estabamos una pareja y nosotros. Eramos 5 adultos y 3 niños

Nos habían preparado una mesa, pero al ver la edad de los niños, y que la otra pareja estaba sola, nos cambiaron de mesa para que pudiesemos controlar a los niños desde el gran ventanal y no molestasemos.

Ya sentados en la mesa, nos trajeron las cartas y las cartas del menú de niños.  Lo primpero fue pedir para los peques,  2 platos de «pechuguitas» (lo pongo así por que la reacción de mi hija de 5 años, fue «papa solo 2 trocitos de pechuga?») con patatas y para el tercero una hamburguesa con patatas, no pude hacer foto ya que solo querían comer y salir corriendo al parque de bolas.  Las patatas fritas eran caseras y estaban muy ricas, al igual que la hamburguesa de vacuno.
De postre tenian un polo, que se tomaron después de saltar un rato, lo curioso es que solo tubierna de limon, naranja y horchata, (nos parecieró poca gama de elección para los niños) el plato y el polo son 11€ por niño, donde inluyen un tiquet para el parque de bolas. La calidad es buena, pero los platos escasos, en los menús infantiles creo que debían servir algo más.


Vamos a lo que nos interesa, la comida de los mayores:
Mientras llegaban los primeros platos nos pusieron unas aceitunas picantosas muy ricas.

Entrantes:
Croquetas de cabrales, espectaculares son de un tamaño perfecto, cremosas y untuosas con un sabor equilibrado. Las sirven con una mermelada de cereza, para mi gusto le sobra ese contraste.



Ensalada mixta, a la camarera que nos tocó, le preguntamos que llevaba la Ensalada «Esquiexada», su respuesta fue con estas palabras «No lo se como no la piden mucho», no hizo intención de ir a averiguar sus ingredientes, siguió mirando la mesa para ver que pediamos, daba la impresión de que no quisiera estar allí, al final le dije que una mixta y ya está. Nos trajeron un mezclum de lechugas, con tomate, piparras, cebolla y unas lascas de caballa.

«Mini cojonudos» (patatas fritas, huevos de corral y jamón ibérico), servidos como veis en la foto. La recomendación de la camarera, fue darle la vuelta al plato, desmontar la piramide y romper y cortar los huevos y el jamón. Sinceramente me parece un poco complicado de servir ya que para que no se desmorone la pirmaide de patatas hay que tocarlas con las manos. Dejemos a parte esto, estaba muy rico, el jamón tal vez un pelin más curado sería más fácil de cortar. Un buen plato.

Setas a la leña, con foie fresco a la plancha, un sabor interesante las setas a la leña y la combinación con el foie era muy agradable en boca, dando untuosidad y sabor al conjunto.

Platos principales 
Tan solo se pueden elegir carnes y de pescado bacalao, ya se que es un restaurante vasco, pero tal vez un poco más de varieda en los pescados estaría bien.
2 bacalaos a la brasa con pimientos asados, patatas y ali-oli 

2 platos de taquitos de solomillo de cerdo, con pimientos del piquillo y patatas 

 1 solomillo de ternera a la leña con ajetes (la carne se desacía en la boca, te lo sirven en un plato caliente, de esta forma la carne está siempre caliente, lo malo es que si te gusta la carne poco hecha al final se hace de más, de acompañamiento patatas fritas caseras, pimientos del padrón y los ajetes)



Como veis, eran platos con buena cantidad, con unos ingredientes con una calidad muy buena, una elaboración adecuada y de sabor estupendos. No tuvimos ninguna pega con los platos. Todos quedamos encantados.



Lo regamos todo con un vino albariño, La Val, es un vino afrutado que bien frio apetece mucho.

Postres
Tarta de ques mascarpone, albaricoques y miel (estaba muy rica, por poner una pega estaba poco fria, si lo hubiera estado habría sido un postre de 10)

 
Crema quemada de chocolate y helado de menta  (es una combinación extraña ya que se sirven por separado y hay que ir tomando de cada recipiente, lo siento no hice foto, el cholocate estaba muy rico y el elado de menta muy refrescante)

 La sensación fue extraña, la comida nos pareció de una calidad y cantidad excelente (bueno menos las «pechuguitas»), el servicio raro, una de las camareras bastante pasota y la otra encantadora, aún así no estabamos todo lo agusto que hubieramos querido.

El precio 188 € inluyendo 1 café y 2 gintonics, la RCP es buena, tal vez un poco elevada, pero aceptable, descontando los platos de los niños sale a 31€ p.p
 

El precio de las croquetas, en carta son 3.80€/ 3 unidades  a pesar de estar deliciosas son muy caras.
 
De momento no creo que vuelva, no se como explicarlo tengo una sensación agridulce con este local, tal vez por que tenía las expectativas muy altas.


Es un buen sitio para despreocuparte de los niños, si quieres comer tranquilo.

Pasad buen fin de semana!!!





 

Carlos Sáez

Carlos Sáez

Apasionado del mundo de la gastronomía, cocinero aficionado, algunos dicen que bloguero gastronómico. Cocinar con una copa de vino uno de los mayores placeres de la vida.
Me gusta el bádminton, salir a patinar.

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